Marta Monasterio Martín nació en Madrid hace 45 años. Periodista de formación, reparte su fuerza de trabajo entre la cooperativa de género y comunicación Pandora Mirabilia y la organización Ecologistas […]
Marta Monasterio Martín nació en Madrid hace 45 años. Periodista de formación, reparte su fuerza de trabajo entre la cooperativa de género y comunicación Pandora Mirabilia y la organización Ecologistas en Acción. Este ha sido su último curso en La Paloma porque su hija lleva dos cursos en el instituto y su hijo empieza ahora en septiembre. Lleva la militancia en la sangre: ecologismo, feminismo y, cómo no, educación. «¿Qué voy a hacer ahora? Pues ya me he metido a colaborar en la AMPA del IES San Isidro [risas]». Su participación en la Comunidad Educativa de La Paloma suma más de una década y los dos últimos años ha sido presidenta de la AFA. Le preguntamos sobre ello…
¿Cuántos años has pasado en La Paloma?
Tengo que calcularlo… Creo que mi hija mayor empezó 1º de infantil en 2012 y mi hijo pequeño acaba de terminar, así que 11 cursos, ¡¡Once!! [cara de sorpresa].
¿En qué ha consistido tu participación en la AFA durante estos años?
He participado en distintas comisiones o proyectos de la AFA, he sido vocal de la junta y más tarde fui vicepresidenta y presidenta. Aunque siempre hemos trabajado en equipo, así que los cargos no significan mucho en esta asociación. Pero he firmado muchos papeles, eso sí…
¿Sabrías decirme de carrerilla todas las comisiones que tenemos?
¡Ostrás! Imposible. Y mira que hemos explicado y reexplicado las comisiones en todas las reuniones, actas y memorias… Pero son muchas. Si alguien quiere saberlas, que mire nuestra web [guiño].
¿Cómo crees que debería ser la relación de la AFA con el centro?
Fluida, cercana y sobre todo, de respeto y confianza. Nunca vamos a estar 100 por 100 de acuerdo en todo, pero las familias tienen que confiar en el cole y viceversa.
¿En nuestro centro, este tándem funciona?
Sí, somos equipazo. Pero si echamos la vista atrás, a lo largo de 11 años también hemos tenido buenas peloteras: que si la jornada partida y la jornada continua, los deberes, los conflictos… Como en las mejores familias. Aunque siempre ha primado la buena relación y el trabajo conjunto.
A la derecha, Marta vestida de paje.
Cuéntanos cosas diver que hayas vivido en La Paloma
Yo me lo he pasado muy bien con el Taquillazo de Cuentos, la transformación del patio de manera participativa, las movilizaciones a favor de Madrid Central, hacer disfraces y también disfrazarme yo… ¡Ay!, me acabo de acordar de cuando me disfracé de paje de Gaspar hace 7 años para la chavalada del cole, jajaja, qué risas. También me lo he pasado pipa haciendo canciones para las graduaciones, en los turnos en la Fiesta Solidaria, organizando charlas feministas… Es que pasan muchas cosas en este cole. Una tarde de junio, en la puerta del cole, una madre me preguntó: «¿Hoy qué hay?» Así, como quien va al cine… Se lo conté a Borja, Sandra e Isabel y nos reímos mucho. Es que, a veces, parece un centro social.
¿Y algo no tan divertido?
Pues yo no lo he pasado bien (o más bien mi hija y mi hijo no lo han pasado bien) en algunos momentos de muchos deberes, con las ciencias en inglés o con algunos profes. Pero lo peor: la pandemia, sin duda. El confinamiento, el telecolegio, la vuelta al cole con distancia social y no poder entrar en el edificio ni casi vernos… Aunque le pongo un 10 a las ganas de volver, cómo se lo curró el colegio, la reducción de ratio, nuestras tardes de plaza al aire libre aunque granizara para poder vernos y que las peques jugaran… Puf, todavía hablamos mucho en casa de 4ºC y 6ºC. Y sigo pensando que, con todo, fue un curso muy bonito.
¿Cómo definirías a la comunidad palomera?
Una comunidad que tiene muy claro qué es el apoyo mutuo, que curra mucho y que sabe pasárselo bien.
¿Qué es lo que más vas a echar de menos? ¿Y de más?
A mis amigas (de la AFA y de la plaza). Y los saraos palomeros. El entrar en el cole, y el poder compartir con mis peques algo de su vida ahí. Y de más, pues mira, no voy a echar de menos algún mal rollo pasado y algún que otro debate y discusión (presencial o por chat) eternos. Es que las familias podemos ser muy muy plastas. ¡Ah! espera, que se me olvidaba: ¡no voy a echar nada de menos a los piojos! (risas)
¿Qué te llevas y qué dejas en La Paloma?
Me llevo 11 años haber visto a mis hijxs crecer en una comunidad maravillosa. Y dejo, supongo, algunos frutos de todo el trabajo y esfuerzo de estos años, no solo mío, de mucha, muuuucha gente con la que hemos currado y disfrutado.
Un deseo para La Paloma y para toda la escuela pública.
¿Uno? ¡Tengo muchos deseos!: más recursos, menos ratio, pocos deberes, mucho juego, mucha alegría, mucha comunidad educativa, mucha diversidad, comedores sanos y sostenibles, más árboles y sombra en los patios….y a ver, que lo tengo que decir: que dure siempre la jornada partida. Vamos, una escuela pública de calidad y accesible a todo el mundo.
Ains, Marta, que te vamos a echar mucho mucho de menos…
¡Buena suerte en tu próxima aventura!
Y feliz mes de agosto a todas las familias palomeras. ¡Nos vemos el 6 de septiembre!